La “climatización zonal” de naves industriales repercute en el ahorro de costos
El sector de la industria es muy amplio y el problema del calor afecta a la inmensa mayoría de naves industriales, cada una de ellas con características de actividad productiva diferente, pero con una dificultad común: la acumulación de calor.
Ante esta problemática, la climatización evaporativa es la única opción efectiva puesto que renueva constantemente el aire, impulsándolo limpio, fresco y filtrado, en forma de suave brisa, además de permitir la “climatización zonal”.
En este tipo de condiciones laborales, es habitual que sólo se trabaje en una parte concreta de la nave industrial, por lo que no es necesario tratar todo el volumen. Se calcula que 20% de la zona utilizada puede llegar a suponer 80% del coste de refrigeración tradicional.
Solucionar este problema no es opcional, sino una exigencia de la normativa de seguridad e higiene laboral que limita la temperatura en los lugares de trabajo, todo un derroche, teniendo en cuenta que la climatización de grandes espacios requiere mucha inversión y elevados costes eléctricos de funcionamiento.
Gracias a la bioclimatización, es posible focalizar la zona a enfriar sin pérdida de efectividad ni de energía, ya que se puede impulsar aire fresco sólo donde se necesite, ahorrando gran parte del costo.
También se soluciona el problema de la acumulación de polvo, de malos olores y del humo generado por distintos procesos productivos, dado que el aire se renueva constantemente y es expulsado al exterior para generarlo filtrado, limpio y fresco dentro de la nave, manteniendo todos los accesos abiertos.